domingo, 30 de septiembre de 2018

Los fantasmas de Lima


La capital de Lima de por sí es una ciudad antigua, fundada por españoles hace más de 400 años. Es precisamente por la antigüedad que la aparición de fantasmas es más común de lo que se cree, haciendo de Lima prácticamente una ciudad “fantasmal”.

Por ejemplo, los vecinos de más edad cuentan que hace muchos años un joven cartero pasó con su moto en la Iglesia Matriz del Callao y recogió a una chica que le pidió un aventón. Al llegar la dejó en un portón grande. El muchacho luego recordó que su casaca se la había prestado a la joven y fue a buscarla. Cuando tocó la puerta, salió una viejita y le preguntó por una muchacha de cabello largo oscuro, vestida de negro. La viejita le enseñó una fotografía y de inmediato se puso a llorar mientras le explicaba que era su hija fallecida hace 15 años. El jóven no creyó hasta que lo llevaron al cementerio para que vea el lugar donde estaba sepultada su hija y al llegar se dieron con la sorpresa que su casaca estaba colgada en la tumba.

También hemos sido testigos de fantasmas que hay en Chorrillos, donde el parasicólogo Félix Rivera trató de expulsarlos mediante un ritual en la casa del ex campeón de boxeo Pedro Lavalle. A esto hay que agregar las apariciones o espectros que se muestran a cada momento por las calles a través de las cámaras de vídeo vigilancia. Incluso, durante la construcción de de la Estación Central del Paseo de los Héroes Navales se han presentado muchas almas, destacando una misterios niña en la salida de autos a la Vía Expresa de la Av. Paseo de la República. Los propios trabajadores narraron que en el lugar donde apareció por última vez  se encontraron extrañas manchas, pero al limpiarlas se configuró la forma del esqueleto de una menor.

Aún son muchas las historias que nos faltan por describir, están por ejemplo los fantasmas de los marineros alemanes en el Callao, el gringo y el decapitado de la cárcel de la isla San Lorenzo, los espíritus del Congreso o del propio Palacio de Gobierno, los de las Catacumbas y al del japonés de la Quinta Heren, en Barrios Altos. Otro gran foco es el Castillo de Real Felipe, donde quienes prestan servicio han jurado ver el fantasma  de una Virreina del siglo XVIII que aparece todas la noches en las escaleras, calabozos y cuartos. Una vez estuvo en los balcones y torreones del fuerte antes que algunos soldados decidieran lanzarse desde ellos... pero también en los calabozos, se escuchan gritos escalofriantes...

Sin embargo, la ciencia ha tratado de no “contagiarse” y siempre se ha mostrado siempre cauta e incluso ha desenmascarado los fraudes, uno de ellos corresponde a Lima y se refiere a la otrora famosa Piedra del Diablo, donde muchos aseguraron haber presenciado fenómenos paranormales malignos. Lo real es que esta piedra sol es una especie de oráculo de la época prehispánica de Lima, usada generalmente para ritos ceremoniales.

Compilado (Diario El Chino)


Cosas de Ramón Castilla


El Primer Censo en el país que rompía la tradición colonial, lo hizo Ramón Castilla en el año 1861, a seis años de haber asumido la presidencia.

Un asistente le dice: “Permiso Señor Presidente: Aquí tiene los datos del censo” Castilla lee con atención:

POBLACIÓN: 2'487,916 HABITANTES

ANALFABETOS: 87%

Llama a su secretario y le da la orden:

En la reunión: “Señores ministros. Ante los primeros datos del censo voy a proclamar mi primera política de estado por un siglo: ¡¡Escuelas, escuelas, escuelas!!

Esta tarde. Reunión de gabinete de ministros.

En su gestión de gobierno construyó 1.117 escuelas (una cada 2 días, contando sábados y domingos), más la escuela naval, más el colegio militar, más la compra de la flota de mar, más los rieles, que eran en longitud más que la suma de todos los rieles de América, más el telégrafo a países vecinos, más el código civil, más el banco de la República, (así se llamó al principio).

Sus importantes reformas en la política y la sociedad de su tiempo confirman estos asertos; la más recordada de sus obras es la manumisión de los esclavos negros, decretada oficialmente en 1854.[4] Pero también dio la ley de la libertad de prensa;[5] abolió el tributo indígena;[6] abolió la pena de muerte;[7] fundó el servicio diplomático;[8] reformó la administración pública;[9] estableció el presupuesto;[10] pagó la deuda externa e interna; organizó el Consejo de Ministros, creando su presidencia;[11] inició la reforma educativa

Más tres detalles:

1.- cuando lo entierran en el cementerio Presbítero Maestro a su muerte el 30 de Mayo de 1867, al despedir sus restos, el Capellán dice: “Se va el cerebro más poderoso que haya producido la América”.

2.- En la universidad Mayor de San Marcos cuando inauguraban la Academia Nacional de Ciencias, dispuesta por Castilla en su presidencia, el Rector lo invita a hablar... Ya estaba medio sordo y lo primero que dice es: “Señores, veo en este salón de grado repleto, que no hay una sola mujer que nos acompañe, pero yo les auguro que dentro de un siglo, el Perú en sus universidades, va a tener más mujeres que hombres”.

3.- cuando deja la presidencia en el año 1862 se da cuenta que no tiene casa propia. Se va a vivir con su hijo Juan Castilla mientras piensa como resolver su situación. El problema era que no tenía medios para comprar una vivienda. Había estado tan ocupado en hacer la grandeza del país, que se había olvidado de sí mismo.

¿Alguien sabía todo lo que hizo Castilla?

Tomado del Internet



sábado, 15 de septiembre de 2018

Sergio Chechelev


Para los aficionados que escuchamos el partido por la radio, mencionar su apellido es poco menos que recordar al demonio mismo. Para los no tan viejos, sinónimo de todo lo malo que pueda atribuirse a un arbitraje en un partido de fútbol. Para los jóvenes, una palabra o un apellido, por alguna razón, de connotación negativa.

La imagen histórica de Orlando 'Chito' de La Torre mirando iracundo a los ojos a Sergio Chechelev (Belgrado, Yugoslavia, 27 de enero de 1933) resume lo descrito en el párrafo anterior: la rabia eterna de un país futbolista contra un árbitro que, hayamos visto o no aquel partido del 10 de agosto de 1969 en el Hernando Siles de La Paz entre las selecciones de Bolivia y Perú, creemos a pie juntillas que nos robó. Que fue el protagonista de la peor actuación como réferi alguna vez vista contra una selección peruana

Sin embargo, aunque no existen muchos registros adicionales sobre Chechelev en el ciberespacio o redes sociales, los pocos disponibles remiten a evidencia de que su apellido tampoco es de grandiosa recordación en Venezuela, el país que adoptó como suyo y con el que fútbol generoso obtuvo insignia FIFA, una deliciosa e increíble anécdota así lo describe: Sergio Chechelev, el árbitro con el recuerdo menos grato en el Perú (Recorte: diario El Nacional de Venezuela) En un valioso rescate de material histórico, el periodista venezolano Daniel Cloquell dio a conocer hace algún tiempo que el 6 de mayo de 1973, en un cotejo decisivo por la penúltima jornada de la Copa Venezuela entre el Aragua FC y el Portuguesa FC, Sergio Chechelev recibió lo que diríase fue su merecido. Ocurrió que el partido lo ganaba Portuguesa de visita por 1-2, resultado con el cual acababa poniéndose a tiro de campeonar -lo que finalmente logró-. Pero a Chechelev, por alguna misteriosa razón, se le ocurrió dar por culminado el cotejo a falta de 5 minutos para el final del tiempo reglamentario.

Ante la indignación del público, el plantel del Aragua rodeó a Chechelev y lo persiguió, junto a sus árbitros asistentes, señores Tuffo y Moncada, hasta la puerta del vestuario. Allí, el DT del equipo perjudicado, Francisco Sandoval apodado 'Pollo Ronco' le propinó un golpe de puño a Chechelev, arguyendo que el réferi lo había empujado. Pero eso fue solo el inicio: el arquero aragüeño, Darío Castillo, no quiso ser menos y le lanzó una patada a los testículos al árbitro yugoslavo-venezolano.

Si 'Chito' de La Torre, Mifflin, Nicolás Fuentes y demás ya estarían satisfechos con leer lo anterior, pues prepárense. El diario venezolano El Nacional cuenta que el golero Castillo, tras su patada, procedió a sacar de algún lugar un rabopelado (marsupial también conocido como zarigüeya o, en el Perú, como muca o canchaluco) y a arrojárselo a Chechelev directamente en la cara. El juez, asustado, terminó de perder el equilibrio y tirado en el suelo, acabó pidiendo a gritos que le quitaran de encima esa "rata gigante" que, cuentan las crónicas, lo venía examinando con el hocico. Así, el cuadro amenazante acabó sumido en risas y carcajadas.

Los agresores, como Mifflin y Fuentes, fueron sancionados con un año de suspensión. Chechelev, por su parte, se retiró del arbitraje al año siguiente, en 1974, y desapareció sin dejar mucho rastro. Hoy, si aún estuviere vivo, tendría 85 años. Han pasado 49 años de su jornada infame y aún se recuerda su despreciable arbitraje.

Fuente: Historias Fotográficas del Perú y del Mundo

lunes, 10 de septiembre de 2018

Motes y sobrenombres


Los motes, los alias y los apodos...


Una costumbre peruana, que viene desde la colonia, y que se hace notar más en los colegios o entre los grupos de amigos de la infancia es el poner "chapa", apodo o sobrenombre a todo el mundo.

Don Darío Media nos dice “Creo que encontrar alguien en el Perú, especialmente hombre, que no haya tenido "chapa" es como encontrar la aguja del pajar.

Nuestros artistas, futbolistas, políticos y demás personajes públicos se han ganado, mayormente, su "chapa" ya de adultos. Pero todos ellos han debido tener alguna "chapa" durante su vida infantil, porque ello era algo que no se dejaba para el otro día ya que siempre había alguien que estaba al tanto de cualquier detalle, curiosidad o lo que estaba de moda para "bautizar" con un nuevo nombre a los muchachos, pasando a llamársele, en su barrio y el colegio, con su "chapa".

Las "chapas" tenían, y siguen teniendo, mucho de originalidad y picardía. No podría olvidarme, jamás, de las que tenían los muchachos de entonces en mi antiguo barrio: "Manongo", "Carita del Cielo", "Calzón de vieja", "Loro", "El Muerto", "Tomate", "Muelas", "Frontonero", "Chino Lembi", "Simón Bolívar", "El frío", "Loco Supe", "Hilitos", "Lando Buzanca", "Chino Malo", "Cara de buque", "Rabito", "Cara de Gallo", "Pecho de tabla", "Ricotudo", "Cabi cabi", "Pajarito", "Siete pezuñas", "Mr. Magoo", "Quini quini", "Loco Emilio", "Salvaje", "La pantera rosa", "La Fiaca", "Quiquiniasi" y otros más, porque todos tenían su "chapa".

Las chicas del barrio no se escapaban de la ingeniosidad de los muchachos. Recuerdo a "La mueve - mueve", "La pecho de paloma", "La pekinesa", "La Perricholi", "Las frías", "La loca vincha" y demás nombres que tenían su historia y el porqué de la "chapa" aquella.

Si algún día alguien no lo recuerda por su nombre, dígale su "chapa" de la infancia y verá que lo recuerdan al instante, porque la infancia es la etapa de la vida de las personas que no se puede olvidar...

Roque Puell López Lavalle


Fuente: Historia fotográfica del Perú y del mundo