sábado, 23 de junio de 2018

Paisajes bellos de Cascas





El Distrito de Cascas es el uno de los cuatro distritos de la Provincia de Gran Chimú, ubicada en el Departamento de La Libertad, bajo la administración del Gobierno Regional de La Libertad, Perú. Fue creado mediante Ley del 25 de abril de 1835, en el gobierno del Presidente Felipe Santiago Salaverry.
El distrito de Cascas, al igual que el de Sayapullo, pertenecieron a la provincia cajamarquina de Contumazá, hasta que en enero de 1989 se realizó una consulta popular, en la cual ambos distritos eligieron anexarse al Departamento de La Libertad. La anexión territorial se dio por Ley 25197 del 7 de febrero de 1990 y quedaron anexados geográficamente a la provincia de Otuzco y administrativamente a Trujillo.
Al crearse la Provincia Gran Chimú, mediante Ley 26398 del 6 de diciembre de 1994, en el gobierno del Presidente Alberto Fujimori, pasa a formar parte de la misma.
Actualmente la provincia de Cascas se ha convertido en un referente turístico del departamento de La Libertad. ¿Las razones? Muchísimas. En primer lugar, cuenta con un clima saludable todo el año. Además, es un pueblo tranquilo y muy acogedor. Cascas aún conserva sus tradiciones y costumbres, que hacen de a pueblo diferenciarse de los demás. 

Y otra razón por la que muchas personas llevan un buen punto de partida o un buen punto de vista, es que no hay mucha delincuencia y vivir allí es una paz intachable. Cascas es muy acogido porque tiene gente muy amable y muy trabajadora. Es el perfecto lugar para poder rumiar y hacer muchas actividades como por ejemplo: Pintar, grabar vídeos, manejar bicicleta, meditar, jugar futbol, básquetbol, y muchas otras cosas más. Tiene calles inclinadas en subida y sus casas el típico clásico colonial; las casas son de tres pisos: La primera es subterránea, la segunda (que sería el primer piso) y la tercera, el cual distinguidamente sería el segundo piso. 

Por lo tanto, se le podría considerar a Cascas como el lugar perfecto para pasar muchos ocios; así que si usted decide ir en busca de un lugar muy encantador, uno de sus listas seria el destino a Cascas (capital de la uva y del vino). Allí se encuentra una infinidad de negocios, restaurantes, salones de belleza, transportes, sitios turísticos que las personas necesitan. Alberga numerables personas de distintos pensamientos, costumbres e ideologías, el cual también se le considera como una cierta característica de la provincia. La provincia cuenta con una plaza de armas muy encantadora. Tiene numerables servicios públicos desde cabina de Internet hasta el servicio de cable que cuenta.
Fuente: Wikipedia

jueves, 14 de junio de 2018

Pedro Paulet



Fue el pionero de la astronáutica y de la era espacial.

Pedro Paulet, este científico desarrolló la idea que serviría de base para propulsar al hombre a la Luna y diseñó su propia nave aeroespacial, sin embargo, según un extenso reportaje sobre el científico, la BBC dio a conocer muchos aspectos poco conocidos de él. Entre los que resalta que los únicos que quisieron aprovechar sus descubrimientos sobre aeronáutica, inicialmente fueron los nazis, a pesar de que él se negó a ayudarlos. 

Asimismo, se destaca que sus fórmulas y experimentos sirvieron de punto de referencia para los principales diseñadores de la agencia espacial estadounidense NASA y, por ello, el peruano es considerado como el padre de la astronáutica y pionero de la era especial.  Pero, su historia comenzó muy lejos de los laboratorios modernos y las prestigiosas universidades europeas por las que pasó, pues fue en su Arequipa natal, con aquellas noches despejadas en las que pasaba horas mirando la Luna e imaginando un viaje fantástico hasta aquel satélite natural de la Tierra. Cabe señalar que la principal fuente de inspiración fue aquella premonitoria novela del escritor francés Julio Verne titulada “De la Tierra a la Luna” (1865). Ese vuelo de la imaginación que encontró en las páginas llevó a Pedro Paulet a creer que ese fantástico viaje era posible.

¿Quién era Pedro Paulet Mostajo?

Nació en el distrito de Tiabaya, Arequipa, el 2 de Julio de 1874 y sus padres eran Pedro Paulet y Antonina Mostajo y Quiroz. En el Perú el nombre de Pedro Paulet se relaciona más con una academia militar que con el inventor del primer cohete de combustible líquido.Tal vez sea porque, la principal escuela de cadetes de Lima lleva el nombre de Pedro Paulet.

Para Álvaro Mejía, investigador de su obra y documentalista “Su trabajo y logros no se enseñan en colegios, su historia está poco documentada y todavía su obra está dispersa en muchas bibliotecas del mundo”, señala, quien está preparando una película sobre la vida de Paulet titulada “El niño que soñaba con la Luna”. Añade que el arequipeño “sería mucho más reconocido en Perú y en el mundo si hubiera sido alemán o estadounidense”.

La obsesión al espacio de Pedro Paulet nació luego de que un sacerdote francés llamado Hipót Duhamel llevó a Arequipa varias cajas de libros, entre ellos las novelas de Julio Verne. “Duhamel fue uno de los maestros de Paulet y es quien le entregó el ejemplar de “De la Tierra a la Luna” que cambió su vida”, asegura Álvaro Mejía.

Otro detalle a destacar es que antes de terminar el colegio, el joven inventor ya fabricaba sus propios cohetes por su fascinación por los fuegos artificiales.Por su notable talento, poco tiempo después el gobierno peruano le dio una beca para estudiar Ingeniería y Arquitectura en la Universidad La Sorbona.

El “motor-cohete”.

Fue en París, en los últimos años del siglo XIX, que Paulet afinaría su “motor-cohete” alimentado por combustible líquido.

El descubrimiento iba en contra de la industria de aquel entonces que se esmeraba en mejorar sus cohetes impulsados por pólvora. Faltaban más de 70 años para que el hombre pisara la superficie lunar, pero en un aula de la Sorbona parisina un peruano había dado el primer gran paso.

El “motor-cohete” de Paulet rápidamente se convertiría en el “autobólido”, la nave aeroespacial diseñada por el peruano en 1902 que nunca llegó a materializarse. El inventor pasó décadas buscando financiamiento para su construcción mientras ejercía cargos diplomáticos en países de Europa y América Latina. Sostuvo fuertes polémicas con científicos europeos de la época durante las primeras décadas del siglo XX y, pocos años antes del ascenso de Adolf Hitler al poder, científicos alemanes intentaron imitar su “motor-cohete” de combustible líquido para misiles de guerra. Paulet nunca les entregó la fórmula, pero con los años, y ya con el nazismo en auge, los alemanes lograron su objetivo. En 1944, las ciudades de Amberes y Londres fueron bombardeadas por las tropas de Hitler con misiles A2 de combustible líquido. Un año después, Paulet fallecería en Buenos Aires, Argentina el 30  de Enero de 1945 a la edad de 71 años.

Sin embargo, la historia no termina ahí…

Quien logró convertir el “motor-cohete” de combustible líquido en un misil de guerra fue Wernher von Braun, un científico afiliado a la Schutzstaffel de Hitler, mejor conocida como la S.S. Von Braun no compartía el ideario nazi, pero fue puesto a trabajar para el régimen como muchos científicos alemanes de aquel entonces. En 1945, con Alemania a punto de perder la Segunda Guerra Mundial, se entregó a las fuerzas estadounidenses.

Wernher von Braun consideraba a Pedro Paulet como el pionero de la propulsión con combustible líquido que usan los cohetes espaciales. De a poco fue ganando espacio y reconocimiento en Estados Unidos hasta que llegó a la NASA, donde dirigió el programa espacial que en 1969 lograría el ansiado objetivo de llegar a la Luna. El cohete que permitió que Neil Armstrong y Edwin Aldrin pisaran la superficie lunar se impulsaba, al igual que los misiles A2 alemanes, por un motor de combustible líquido.

Von Braun, quien se quedó con buena parte del crédito por la hazaña humana, en uno de sus libros reconoció el aporte del peruano en el alunizaje. “Paulet debe ser considerado como el pionero del motor a propulsión con combustible líquido”, escribió el científico en su libro “Historia de la cohetería y los viajes espaciales”.

Von Braun tenía algo en común con el inventor peruano: ambos leyeron “De la Tierra a la Luna” cuando eran niños y comenzaron a creer que la fantasía era posible.

Tal vez Paulet no llegó a ver su sueño hecho realidad, pero estuvo mucho más cerca de lo que muchos creían en ese entonces. Dio el primer paso. Y eso no es poca cosa. Porque además de brillante, era un obstinado. Y como él solía decir: “los arequipeños no le tienen miedo al fuego ni a las explosiones”.

Pedro Paulet fue un sabio multidisciplinario: arquitecto, ingeniero, mecánico, químico, economista, geógrafo, escultor, diplomático, escritor, periodista, conferencista e inventor visionario que se relacionaba con todo conocimiento de la época y se adelantó a su época, por ello el mérito de ser actualmente considerado el inventor y pionero de las naves espaciales, un peruano que vale la pena reconocer, conocer su historia y el legado que contribuyó a la humanidad.

Tomado del Internet y de Wikipedia



martes, 12 de junio de 2018

Los incas fueron mejores

Los incas fueron mejores en cirugías de cráneo que los médicos de la Guerra Civil Americana

Fueron los más sofisticados a la hora de practicar la trepanación, con un éxito de hasta el 80 % en las operaciones realizadas. La trepanación, una cirugía que consiste en agujerear el cráneo por razones médicas, sin anestesia moderna y antibióticos, se practicó durante miles de años en diversas civilizaciones del mundo, pero no todos los pacientes sobrevivían a esa operación.

Los incas, de América del Sur, fueron los más sofisticados a la hora de practicar la trepanación, con un éxito de hasta el 80 %, en comparación con el 50 % de operaciones exitosas registrado durante la Guerra Civil Americana, unos 400 años después, reveló un estudio de David Kushner, neurólogo de la Universidad de Miami (Florida) y John Verano, un bioarqueólogo de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans (Louisiana), publicado recientemente por la revista Science.

Kushner y Verano estudiaron 59 cráneos de la costa sur de Perú fechados entre los años 400 y 200 antes de Cristo, 421 de las tierras altas centrales del Perú que datan del 1000 hasta el 1400 de la era actual y 160 que fueron conseguidos alrededor de Cusco, que datan de su época como capital del Imperio inca, entre 1400 y 1500.

La trepanación comúnmente se realizaba después de una lesión traumática, para las fracturas del cráneo y aliviar la presión sobre el cerebro. Pero consideran, luego del estudio, que es posible que los incas también practicaran esta cirugía para tratar dolores de cabeza crónicos o enfermedades mentales.

“Los resultados fueron sorprendentes”, dice Kushner, citado por Science. Precisó que solo el 40 % del primer grupo sobrevivió a las operaciones, 53 % lo hicieron en el segundo y entre 75 y 83 % durante el período Inca.

Métodos refinados en 1.000 años

Estos resultaron evidenciaron “más de 1.000 años de refinación de sus métodos”, menciona Corey Ragsdale, un bioarqueólogo de la Universidad del Sur de Illinois. En el estudio, notaron también que la técnica mejoró, dando como resultado orificios más pequeños y menos corte o perforación.

Al comparar con los resultados de las operaciones de los médicos de la Guerra Civil Americana (1861–1865), revelaron que en esa época entre el 46 % y el 56 % de los pacientes sometidos a cirugía craneal murieron, en comparación con el 17%-25 % de los pacientes de la era inca.

Tomado del Internet