viernes, 31 de julio de 2020

La Cripta de los Héroes


Uno de los lugares emblemáticos de la ciudad de Lima, ubicado en la zona denominada “Barrios Altos” es, sin lugar a dudas, el Cementerio Presbítero Maestro, antes denominado “Cementerio General de Lima”, en la cuadra 17 del jirón Ancash. Fue construido entre 1807 y 1808 por el arquitecto, escultor y pintor de origen vasco, Matías Maestro (1766–1835), e inaugurado el 31 de mayo de 1808 durante el gobierno del virrey José Fernando de Abascal. En aquellos días se le llamaba “el panteón de Lima” y fue el primer cementerio de carácter civil en América.

El mencionado camposanto alberga a una de las joyas de la arquitectura republicana: la Cripta de los Héroes. Corría el año de 1906 cuando el Congreso de la República, durante el gobierno del presidente José Pardo y Barreda, dispuso la suma de ocho mil libras para edificar una cripta — tal como rezaba en uno de los artículos del decreto Ley N°398 — en homenaje a los héroes caídos de la “última guerra exterior” (frase que hace alusión a los combatientes muertos en la Guerra del Pacífico). Posteriormente fueron trasladados allí héroes sobrevivientes de dicha guerra. La cripta fue construida bajo las órdenes de los arquitectos Émile Robert y Antonin Mercié, y fue inaugurada en 1908. El edificio Art Nouveau, posee un estilo ecléctico de evidentes reminiscencias neoclásicas y en la parte superior luce una cúpula de grandes dimensiones.

El monumento está rodeado por columnas y ornamentos en las partes superior, inferior y lateral y posee revestimientos interiores en mármol blanco con vetas grises y negras, además de vitrales en las partes superior delantera y posterior y diversos elementos estéticos que en conjunto le dan un aspecto monumental e imponente, propio del estilo neoclásico reinterpretado por los europeos en el siglo XIX, y que llegó al Perú traído por arquitectos, ingenieros y artistas franceses durante el periodo republicano y que contrasta con los estilos de esa época: el neogótico y el neobarroco, recurrentes en los mausoleos y tumbas del Presbítero Maestro.

Dentro de la cripta se aprecian tres niveles (dos de los cuales son subterráneos): el primero, conformado por una sala de ingreso tipo mezannine circular en el primer nivel, en el que se encuentran los sarcófagos de Miguel Grau Seminario y Francisco Bolognesi Cervantes. Este ambiente está revestido en mármol blanco con vetas grises. En los vanos de ingreso y en algunas paredes del edificio se observan placas de mármol con los nombres de hombres, mujeres y niños que participaron y/o prestaron apoyo durante la guerra.

Una escalera lateral conduce al primer nivel subterráneo en el que se encuentra una serie de 234 nichos con los restos de héroes de las diversas campañas y batallas de la Guerra del Pacífico. En la parte central están los restos de Andrés Avelino Cáceres Dorregaray y alrededor se aprecian cinco osarios con restos de soldados caídos en combate en las batallas de Tarapacá y Angamos; Tacna y Arica; San Juan, Chorrillos y Miraflores; Huamachuco y San Pablo. El piso y los nichos son de mármol blanco y vetas grises.

En un segundo nivel subterráneo se ubican 29 sarcófagos, 16 placas y 40 nichos de mármol blanco que contrasta con el mármol negro del piso y paredes, donde yacen Alfonso Ugarte y otros héroes que ofrendaron su vida entre 1879 y 1884. Al ingreso de este nivel hay un sarcófago con los restos del héroe del Cenepa, mayor EP Luis Alberto García Rojas muerto en 1995 como capitán de artillería, y que es considerado el último héroe que ha tenido el Perú, declarado como tal en 2006 por la Ley 28682 y trasladado a la cripta en enero de 2017.

Desde junio de 1999 el cementerio recibió la denominación de “Museo Cementerio Presbítero Maestro” por acuerdo de directorio de la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana, el Consejo Nacional de Museos (ICOM-PERU) y el entonces Instituto Nacional de Cultura, a fin de valorar, proteger y difundir el patrimonio artístico, arquitectónico e histórico de carácter funerario. Desde entonces la Beneficencia Pública de Lima viene organizando visitas guiadas tanto diurnas como nocturnas en las que se puede conocer y apreciar, además del recorrido por los cuarteles y mausoleos, la Cripta de los Héroes.

No obstante, su valor arquitectónico, la Cripta de los Héroes no solo debe valorarse por ese aspecto sino también por lo que representa históricamente, y es un merecido reconocimiento al valor, entrega y amor por la Patria de héroes y patriotas que lucharon por defender el territorio del Perú.

Fuente: Rosa María Vargas Romero Historiadora/ Crítica de Arte