César Miró, en la foto aparece acompañado de Carmen Estrabó con quien
cantó boleros cubanos entre fines de la década de 1930 y principios de los
1940.
Se le atribuye la autoría de muchas bellas composiciones, aunque recientemente
ha emergido la duda y se dice que el humilde compositor norteño ALCIDES CARREÑO
fue la pieza clave para el éxito de "Todos vuelven",
"Malabrigo", "Como el rumor del agua" y muchas otras.
Nació, exactamente, el 7 de junio de 1907 y es contemporáneo de figuras
que iluminaron la literatura peruana como Mariátegui, Vallejo, Valdelomar y
otros. Ahora, perseguidos por la melodía y los versos de “Todos vuelven”,
recordamos la fecunda amistad de César Miró con el Amauta José Carlos
Mariátegui, autor de “7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana” y
comentaba que era asiduo asistente a las charlas de José Carlos quien era un
personaje “fascinante, fabuloso y genial”.
Es en esa época que César Miró marca su punto de partida como literato,
publicando poemas que fueron bien recibidos en la Revista Amauta. En un
comentario aparecido en la Revista Rumbos Nº 10 de 1997 en el que se destaca
respecto de Miró que “pese a no tener expresas inclinaciones por el socialismo
sí las tiene por las ideas rectoras del Maestro Mariátegui”, lo que lo lleva a
declarar «Como a él, me indignaba el desequilibrio social del Perú. Era la
época de Leguía donde había pobres muy pobres y ricos muy ricos. La miseria no
me da pena, me da rabia».
Por acariciar las ideas de amor al pueblo y del cambio de la sociedad
peruana fue perseguido y encarcelado en la Isla de San Lorenzo, frente al
Callao, por lo que tuvo, desde su cautiverio, que escribirle al prefecto del
Callao exigiendo su libertad. Que logró luego de algunos días.
También cultivó una fraterna amistad con César Vallejo, el más grande
poeta peruano, con quien mantuvo prolongadas tertulias en 1931 recorriendo la
vieja Europa desde Madrid hasta Moscú, momentos gratos que Miró solía recordar.
Compilado