La Quinta
Heeren es el arquetipo de la Lima Antigua y de pasado esplendoroso de la Ciudad
Jardín…
Construida en
la cuadra 12 del Jr. Junín (Barrios Altos) por el ingeniero alemán, Óscar
Augusto Heeren, con un obvio estilo austro-húngaro a mediados del Siglo XIX,
está conformada por una plazuela, callecitas, primorosos jardines con jarrones
y esculturas de mármol.
Era tan
cotizado el bucólico rincón que Japón, Bélgica, Alemania, Francia y Estados
Unidos pusieron sus embajadas allí…
Pero un día
todo cambió…después de la Guerra con Chile, la Quinta Heeren supo capear el
temporal y sobrevivió con su candorosa existencia hasta que en 1928 se le
ocurrió a uno de sus vecinos, al empresario japonés Seiguma Kitsutani,
suicidarse haciéndose harakiri…
Ello marcó del
ocaso y finalmente la Quinta Heeren pasó de ser un barrio exclusivo a ser un
macabro conjunto habitacional donde se escuchan voces macabras y diabólicas
durante las noches y epicentro de la mayor actividad paranormal en Lima…es
decir, un barrio de almas en pena…
Mi parecer
personal es que dicha quinta se maldijo desde el nombre…
El hermano de
su constructor fue el comerciante Arturo Heeren, nacido en Hamburgo (Alemania)
en 1844, quien se enamoró de la hermana de Carlos González Candamo Iriarte, ex
director del Banco Anglo Peruano; socio de la inglesa Peruvian Guano Company
Limited; y embajador del Perú en Francia y Gran Bretaña.
El hamburgués
logró casarse con Virginia Candamo, y radicar en Europa…Allí él y su cuñado
hacen negocios con la casa comercial Raphael e hijos en Londres, y juntos en
1876, lograron a través de un emisario en Lima, traer al entonces candidato
presidencial general Mariano Ignacio Prado a Inglaterra donde lo premiaron con
numerosas gollerías…
En junio de
1876, un nuevo contrato para la venta de 1,9 millones de toneladas de guano, se
firmó entre el ahora presidente del Perú, el general Prado, y Carlos González
Candamo y Arturo Heeren…
El convenio
estableció que a cambio del guano, el Perú recibiría un total de 700 mil libras
esterlinas, en cuotas mensuales, de la nueva consignataria The Peruvian Guano
Company, formada para aquella ocasión por Rafael, Candamo y Heeren…
González
Candamo y Heeren obtuvieron 2 ½ % de comisión por las ventas de guano, 5% por
los adelantos hechos al gobierno, la tasa de 3 libras y 10 chelines por flete
(transporte) por cada tonelada de guano de Perú a Europa, y 10 chelines por el
costo de embarque…
Por flete y
embarque, Candamo y cuñado cobraron 3 o 4 veces más de la tarifa regular…es
decir, una sobrevaluación a mano armada….
La ex
consignataria Casa Dreyfus empezó entonces una guerra judicial contra el
gobierno peruano, mientras la Peruvian Guano Company de Candamo y Heeren
iniciaban el festín del negociado con Prado, a sólo 4 años de la Guerra con
Chile…
En enero de
1879, la Peruvian Guano Company dejó de cubrir por 2ª vez y unilateralmente el
servicio de la deuda externa (ya que los depósitos de guano fósil fueron
acaparados por Dreyfus, siendo los más cotizados), desfinanciando aún ya
quebrado Estado Peruano a tan sólo 4 meses de una guerra exterior.
Y si podía
haber algo aún peor…la Peruvian Guano Company en pleno conflicto con Chile,
prefirió tratar directamente con el enemigo, juntamente con un comité de
tenedores ingleses de bonos de la deuda peruana…
Heeren murió
en San Sebastián de Guipúzcoa (España) en 1921…Candamo Iriarte murió en algún
lugar hasta hoy desconocido…su hermano Manuel llegó a ser presidente del Perú
en 1903 pero murió en 1907, antes de culminar su periodo…Ello cerró con broche
de barro el ciclo vicioso de la corrupción del guano, iniciado en 1842, boyante
en 1860 e inicios de la década de 1870, costándole en ingresos al Estado
Peruano 108 millones de soles, el promedio anual más alto de 1821 a 1899…
Es decir, la
corrupción guanera le costó a la Patria un 4,6% de su Producto Bruto Interno
(el índice más alto de todo el Siglo XIX) el cual se fue a los bolsillos de
entre otros, a los de Candamo y Heeren, en lugar de financiar escuelas, caminos
y hospitales o finalmente, financiar un ejército y una armada lo
suficientemente poderosa que hubiera evitado la tragedia de 1879…
Por ello, es
mi parecer, la Quinta Heeren está maldita desde su nombre…
Pedro José Cama Calderón
(Fuentes: “Historia de la
corrupción en el Perú”. Alfonso W. Quiroz. 2013; “Mariano Ignacio Prado:
general de división del ejército chileno y ladrón del Perú”. César Vásquez
Bazán en Cavb.blogspot.pe y “El suicidio del señor Kitsutani en la Quinta
Heeren”. Pamela Loli para Elcomercio.pe).
(Foto: La Quinta Heeren en
la década de 1930. Cuenta de Sección Audiovisuales Biblioteca Central-PUCP en
Flickr.com)…