miércoles, 11 de junio de 2014

Parapsicología y Política


Gobernó el Perú hasta Diciembre de 1939 el Gral. Óscar R. Benavides. Había sido elegido por el Congreso tras la muerte de Sánchez cerro y logró mantenerse en el poder anulando las elecciones de 1936.El 19 de Febrero de 1939, su ministro de Gobierno y hombre de confianza, el Gral. Antonio Rodríguez, hizo algo inesperado que la historia escrita nunca supo explicar: Depuso a Benavides y tomó por la fuerza el Palacio.

Ocurrió que meses antes, Atala y Cenzano, participantes en la rebelión en Huancavelica de 1934 y, por lo tanto, clandestinos, se encontraron fortuitamente en Lima. Atala se enteró con asombre de que Cenzano, bajo otro nombre, se ganaba la vida como vidente y que entre sus clientes habituales se encontraba el ministro de Gobierno. Buscaron contactos, pidieron instrucciones y poco tiempo después, Rodríguez “escuchaba” en la mesa adivinatoria la voz de Don José de San Martín que le ordenaba deponer a Benavides y convocar elecciones libres. Rodríguez cumplió las órdenes de San Martín, pero lamentablemente este no le había avisado desde el más allá que al revisar la tropa en Palacio, un pelotón de la guardia presidencial lo ametrallaría desde la azotea. En el otro lado de Lima, Atala, Cenzano y veinte hombres armados, listos para marchar a la casa de Gobierno, tuvieron que mantenerse en la clandestinidad hasta 1945. Algunos pensaron que Benavides se había salvado por haber cancelado la búsqueda del tesoro de Catalina Huanca que, según los supersticiosos, había causado la muerte de Sánchez Cerro.

“Juega el Sr. Presidente”

Son estos algunos casos de “adivinación” en la política. Huáscar agonizante vio un cometa y el anuncio de seres barbudos que traerían el caos. Años después, en Cajamarca, Atahualpa prisionero se abalanzó sobre uno de los señores indígenas y lo hizo amarrar. Era el sumo sacerdote de Pachacámac que había vaticinado una fácil victoria sobre los extranjeros, lo que explicaría la ensoberbecida confianza con la que el inca les permitió llegar. Hay, en la vida republicana, casos similares, especialmente en los gobiernos de facto, pues tales creencias parecen ajenas a quienes tiene la legitimidad y la certidumbre de una fecha para el final de su mandato. Durante su estancia como jóven oficial en el Cusco, Sánchez Cerro frecuentaba las lecturas de coca y sus augurios, al jugar el rocambor en el Club Cusco, anticipaba a los socios asombrados: “Juega el Sr. Presidente”.

Y al cerrar el siglo, era un secreto a voces la presencia del ex-Presidente Fujimori en las Huaringas, lagunas que se dicen milagrosas y en cuyas riberas operan los videntes, así como la presencia en Palacio de una cartomante; y después de él, misas negras y pagos a la tierra. No somos un caso aislado. En otros países ha ocurrido, incluso con más fuerza. “El Brujo” López Rega determinaba las decisiones de Perón, entonces acompañado por el cuerpo de Eva, al punto que, convencido él mismo, al morir su líder intentó resucitarlo. Y es que el poder, de antiguo, fue entendido como un portal de conexión con fuerzas extraterrenas y nada raro tenía que estas anunciaran el destino por medio de signos, como el águila de Alejandro Magno.

Julio César ignoró la advertencia del ciego: “Cuídate de los idus de Marzo” y también el sueño de su esposa Calpurnia y en ese día señalado, fue asesinado.

Compilado

Lima, ciudad de la lengua



Lima no es sólo una sino muchas Limas, casi tantas como habitantes. Porque si tenemos algo como ciudad de los Reyes es la variedad. Por algo no se dice que la capital es un crisol de culturas. Y cada barrio es un mundo: Con sus costumbres, su música, sus bailes, sus comidas y como no, su propio lenguaje. Todos hablamos el mismo idioma, pero no todos hablamos del mismo modo. En Lima vive gente de todos los rincones del Perú. Y una de las características de nuestra ciudad es su riqueza de jergas.

Solo un limeño queda con sus patas a tomar unas chelas bien helenas.O se queda en su cuarto jateando cuando un plan no le sale bacán. Solo un limeño dice Simón cuando está de acuerdo con algo o naranjas cuando no. Y solo un limeño va al ñoba cuando ha consumido muchas chilindrinas y expresa un rotundo yala si está enterado del último chisme que le cuenta su broder. El limeño buena gente es chévere, mientras que el loquito es coca-cola. Y cuando están agujas, todos cachuelean para tener ingresos extras.

De este modo el limeño se diferencian de otros hispano parlantes, pero no de otros peruanos, con los que comparte esta suerte de código secreto que los une de un modo muy especial. Si, el limeño habla español. Y lo habla bien. Pero también habla SU español. Su jerga. Esa que sólo se entiende entre amigos. Esa que sólo se entiende en el barrio. Esa que crea identidad dentro y fuera de nuestras fronteras. Dos limeños que no se conocen podrían encontrase en Colombia y conversar sin que nadie los entendiera, aunque los colombianos también hablen español. El idioma español es rico en vocablos y jergas. Y en estas últimas, Lima tiene mucho que ofrecer.

Además del español de los diccionarios, el limeño tiene su particular forma de hablar y juega con las palabras. La jerga, como el idioma general, sigue sus propias reglas lingüísticas. Y la jerga capitalina, como el limeño mismo, tiene mucha originalidad y buen humor.

¿Quién dijo que el español era una lengua rígida? A fin de cuentas, lo hablan hoy más de 500 millones de personas, el 90% de ellas en América.  De hecho, la Real Academia de la Lengua ya elaboró un Diccionario de Americanismos en el año 2010. 

EDLN

Martín Chambi


En un pueblo pequeño de Coasa, en las alturas de Puno, nació en 1891 Martín Chambi, quien se convertiría con el tiempo en el mejor fotógrafo que Cusco que haya tenido en su historia. Desde su niñez, sintió fascinación por las imágenes. Guardaba con devoción, entre sus útiles escolares, como su tesoro más preciado, las fotografías impresas en las pocas revistas y periódicos que llegaban a su pueblo.

Poco después una compañía minera inglesa se instaló en Coasa y el joven Martin descubre a uno de los trabajadores haciendo fotografías con una gran cámara. A partir de entonces lo sigue a todos lados, lo ayuda y comienza a comprender el arte de congelar imágenes. Terminado el colegio, su padre lo lleva hacia Arequipa para visitar al fotógrafo más famoso de la región, Max de Vargas, de quien Chambi no demoró en ser su mejor discípulo y un buen amigo.

En 1924 se instala en la ciudad de Cusco, donde inaugura su tienda en la calle Marqués 230 y comienza a trabajar con la cámara fotográfica que su maestro le había legado. En el tercer piso, allí donde la luz entraba generosa, construye su estudio, en el que quedaron plasmados los retratos aterciopelados de los personajes de la sociedad cusqueña de 1900. Chambi fotografió Cusco desde todos lo ángulos: Sus fiestas, sus mamachas, sus piedras incaicas y sus construcciones coloniales; además fue quien tomó la primera foto de la ciudadela de Macchu Picchu.

En 1977, el fotógrafo norteamericano Edward Ranney –antiguo amigo de Chambi- invitó a la Fundación Earth Watch de Massachusetts a la Casa de Chambi. El equipo de especialistas se dedicó durante custro meses a limpiar y catalogar cerca de 30,000 placas fotográficas que el artista ya había clasificado con su puño y letra.

Chambi devela hoy nuestro pasado al mundo con tres libros publicados y 84 exposiciones fotográficas, 17 de éstas realizadas por el autor en vida. Este maestro de la fotografía, es considerado en el mundo como uno de los mejores de su época, quien a fuerza de tesón y talento, proyectó universalmente a los hombres y mujeres de su tierra.

Compilado



La Patria



Queriendo yo un día saber que es la patria

me dijo un anciano que mucho la amaba
.
La patria se siente no tiene palabras
que claro la expliquen las lenguas humanas
.
Allí, donde todas las cosas nos hablan
con voz que hasta el fondo penetra del alma
.
Allí, donde empieza la breve jornada
que al hombre en el mundo los cielos señalan
.
Allí, donde el canto materno arrullaba
la cuna que el ángel veló de la guarda
.
Allí, donde en tierra bendita y sagrada
de abuelos y padres los restos descansan:
Allí, donde  eleva su techo la casa de nuestros mayores...
¡ Allí está la patria !
.
El valle profundo la enhiesta montaña
que vieron alegre correr nuestra infancia
las viejas ruinas de tumbas y de aras
que mantos hoy visten de hiedras y zarzas
el árbol que frutos y sombra nos daba
al son armonioso del ave y del aura;
recuerdos, amores, tristeza, esperanzas
que fuentes han sido de gozos y lágrimas;
la imagen del tiempo, la roca y la playa
que ni años ni ausencia del ánimo arrancan
la voz conocida la joven que pasa
la flor que has regado y el campo que labras;
ya en dulce concierto, ya en notas aisladas
oirás que te dicen: ¡ Aquí está la patria !

Imperial