Fue el pionero de la astronáutica y de la era espacial.
Pedro Paulet, este científico desarrolló la idea que serviría de base para propulsar al hombre a la Luna y diseñó su propia nave aeroespacial, sin embargo, según un extenso reportaje sobre el científico, la BBC dio a conocer muchos aspectos poco conocidos de él. Entre los que resalta que los únicos que quisieron aprovechar sus descubrimientos sobre aeronáutica, inicialmente fueron los nazis, a pesar de que él se negó a ayudarlos.
Asimismo, se destaca que sus fórmulas y experimentos sirvieron de punto de referencia para los principales diseñadores de la agencia espacial estadounidense NASA y, por ello, el peruano es considerado como el padre de la astronáutica y pionero de la era especial. Pero, su historia comenzó
muy lejos de los laboratorios modernos y las prestigiosas universidades
europeas por las que pasó, pues fue en su Arequipa natal, con aquellas noches
despejadas en las que pasaba horas mirando la Luna e imaginando un viaje
fantástico hasta aquel satélite natural de la Tierra. Cabe señalar que la
principal fuente de inspiración fue aquella premonitoria novela del escritor
francés Julio Verne titulada “De la Tierra a la Luna” (1865). Ese vuelo de la imaginación
que encontró en las páginas llevó a Pedro Paulet a creer que ese fantástico
viaje era posible.
¿Quién era Pedro Paulet Mostajo?
Nació en el distrito de Tiabaya, Arequipa, el 2
de Julio de 1874 y sus padres eran Pedro Paulet y Antonina Mostajo y Quiroz. En
el Perú el nombre de Pedro Paulet se relaciona más con una academia militar que
con el inventor del primer cohete de combustible líquido.Tal vez sea porque, la
principal escuela de cadetes de Lima lleva el nombre de Pedro Paulet.
Para Álvaro Mejía,
investigador de su obra y documentalista “Su trabajo y logros no se enseñan en
colegios, su historia está poco documentada y todavía su obra está dispersa en
muchas bibliotecas del mundo”, señala, quien está preparando una película sobre
la vida de Paulet titulada “El niño que soñaba con la Luna”. Añade que el arequipeño
“sería mucho más reconocido en Perú y en el mundo si hubiera sido alemán o
estadounidense”.
La obsesión al espacio de
Pedro Paulet nació luego de que un sacerdote francés llamado Hipót Duhamel
llevó a Arequipa varias cajas de libros, entre ellos las novelas de Julio
Verne. “Duhamel fue uno de los
maestros de Paulet y es quien le entregó el ejemplar de “De la Tierra a la
Luna” que cambió su vida”, asegura Álvaro Mejía.
Otro detalle a destacar es
que antes de terminar el colegio, el joven inventor ya fabricaba sus propios
cohetes por su fascinación por los fuegos artificiales.Por su notable talento, poco
tiempo después el gobierno peruano le dio una beca para estudiar Ingeniería y
Arquitectura en la Universidad La Sorbona.
El “motor-cohete”.

El descubrimiento iba en
contra de la industria de aquel entonces que se esmeraba en mejorar sus cohetes
impulsados por pólvora. Faltaban más de 70 años para
que el hombre pisara la superficie lunar, pero en un aula de la Sorbona parisina
un peruano había dado el primer gran paso.
El “motor-cohete” de Paulet
rápidamente se convertiría en el “autobólido”, la nave aeroespacial diseñada
por el peruano en 1902 que nunca llegó a materializarse. El inventor pasó décadas
buscando financiamiento para su construcción mientras ejercía cargos
diplomáticos en países de Europa y América Latina. Sostuvo fuertes polémicas
con científicos europeos de la época durante las primeras décadas del siglo XX
y, pocos años antes del ascenso de Adolf Hitler al poder, científicos alemanes
intentaron imitar su “motor-cohete” de combustible líquido para misiles de
guerra. Paulet nunca les entregó la
fórmula, pero con los años, y ya con el nazismo en auge, los alemanes lograron
su objetivo. En 1944, las ciudades de Amberes
y Londres fueron bombardeadas por las tropas de Hitler con misiles A2 de
combustible líquido. Un año después, Paulet
fallecería en Buenos Aires, Argentina el 30 de Enero de 1945 a la edad de 71 años.
Sin embargo, la historia no
termina ahí…
Quien logró convertir el
“motor-cohete” de combustible líquido en un misil de guerra fue Wernher von
Braun, un científico afiliado a la Schutzstaffel de Hitler, mejor conocida como
la S.S. Von Braun no compartía el
ideario nazi, pero fue puesto a trabajar para el régimen como muchos
científicos alemanes de aquel entonces. En 1945, con Alemania a
punto de perder la Segunda Guerra Mundial, se entregó a las fuerzas
estadounidenses.
Wernher von Braun
consideraba a Pedro Paulet como el pionero de la propulsión con combustible
líquido que usan los cohetes espaciales. De a poco fue ganando
espacio y reconocimiento en Estados Unidos hasta que llegó a la NASA, donde
dirigió el programa espacial que en 1969 lograría el ansiado objetivo de llegar
a la Luna. El cohete que permitió que
Neil Armstrong y Edwin Aldrin pisaran la superficie lunar se impulsaba, al
igual que los misiles A2 alemanes, por un motor de combustible líquido.
Von Braun, quien se quedó
con buena parte del crédito por la hazaña humana, en uno de sus libros
reconoció el aporte del peruano en el alunizaje. “Paulet debe ser considerado
como el pionero del motor a propulsión con combustible líquido”, escribió el
científico en su libro “Historia de la cohetería y los viajes espaciales”.
Von Braun tenía algo en
común con el inventor peruano: ambos leyeron “De la Tierra a la Luna” cuando
eran niños y comenzaron a creer que la fantasía era posible.
Tal vez Paulet no llegó a
ver su sueño hecho realidad, pero estuvo mucho más cerca de lo que muchos
creían en ese entonces. Dio el primer paso. Y eso no
es poca cosa. Porque además de brillante,
era un obstinado. Y como él solía decir: “los
arequipeños no le tienen miedo al fuego ni a las explosiones”.
Pedro Paulet fue un sabio
multidisciplinario: arquitecto, ingeniero, mecánico, químico, economista,
geógrafo, escultor, diplomático, escritor, periodista, conferencista e inventor
visionario que se relacionaba con todo conocimiento de la época y se adelantó a
su época, por ello el mérito de ser actualmente considerado el inventor y
pionero de las naves espaciales, un peruano que vale la pena reconocer, conocer
su historia y el legado que contribuyó a la humanidad.
Tomado del Internet y de Wikipedia
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