Muchas
veces se repiten constantemente datos errados que al final terminan siendo
dados por certeros. Son muchas las cosas que se dicen de lugares, de objetos,
de personas, que sin ser veraces la gente termina aceptándolas. Como se dice,
mas fácil es repetir que investigar. En este breve artículo repasaré algunos
que se ven y escuchan en las calles de nuestra vieja ciudad.
El "Puente Trujillo"
Respecto
al puente llamado "Trujillo", es un error llamarlo por este nombre,
ya que su nombre real es Puente de Piedra, y con más de 400 años de antigüedad
merece que sea llamado así siempre. Quizá el error se originó hace algunos años
cuando de este puente había una escalera que bajaba hacia un paradero en la Vía
de Evitamiento. Los usuarios y transportistas usaban para tal paradero el
nombre de la vía más cercana que era el jirón Trujillo del Rímac, y por
extensión empezaron a llamar así al paradero y al puente.
Las
autoridades locales, deberían ser los primeros en realzar los nombres
originales de cada lugar, para así mantener la historia y la memoria de la
ciudad. Lamentablemente hasta algunos alcaldes cayeron en este error histórico
de denominación y hasta validaron con placas tamaño equivoco...
El Mirador de Ingunza

Pero
lo cierto es que este mirador fue construido muchísimos años después de la
muerte de Amat, no es del periodo virreinal, sino más bien fue construido por
el Sr. Don Francisco Ingunza y Basualdo el año 1858. El encargado de ejecutar
la obra fue el constructor francés Paul Nicolás Chalón.
La bandera del Tahuantinsuyo
Hablo
de este símbolo del imperio andino -que se extendió por una gran extensión
territorial en nuestro continente-, porque es común ver esta bandera flameando
en varios edificios de gobierno en nuestra ciudad, dándole de este modo la
categoría de "oficial".
Pero
según varios investigadores e historiadores, entre ellos Maria Rostorowski, se
indica que la bandera como tal no se conocía en el imperio incaico, sino más
bien se usaba una especie de estandarte imperial, llamado “unancha” y que podía
ser de diferentes colores, según lo que escogiera el gobernante de turno.
Entonces, ¿De dónde salió esta historia de que
el imperio incaico tenía una bandera y que además había que exhibirla en los
edificios públicos?. La bandera que se asume es del imperio incaico fue creada
en el año 1973, y tuvo como gestor a un locutor radial de Radio Tawantinsuyo en
el Cusco, que convocó a sus oyentes a dar ideas para adoptar un emblema como
recuerdo de sus antepasados. Así nació esta bandera de 7 franjas de colores
como el Arco iris, y en 1978 la Municipalidad del Cusco decide adoptarla como
bandera oficial de ese departamento. Como curiosidad, cabe indicar que precisamente
ese mismo año de 1978, en San Francisco, USA, la comunidad gay adoptó como
emblema oficial una bandera muy parecida, pero con solo 6 colores.
La Quinta de la Perricholi

Sin
embargo, doña Micaela nunca pisó este lugar, ya que el sitio donde ellos solían
encontrarse, fue en la Quinta del Prado, ubicado en el corazón de lo que hoy es
los Barrios Altos de Lima. Mientras Amat gobernaba, Micaela vivía en su casa de
la calle del Huevo (actual avenida Tacna), y recién cuando Amat regresa a
España tras terminar su gobierno, ella empieza a ocupar su mansión frente a la
Alameda de los Descalzos. Cuando se casa con Vicente Echarri, su padrino de
bodas le obsequia un rancho en Chorrillos. Entre estos lugares mencionados
transcurrió la vida de este celebre limeña. Pero nunca en esta hermosa quinta
rococó del Rímac.
La
historia al parecer empezó a circular cuando en este edificio se instaló el
flamante Museo del Virreinato en las primeras décadas del siglo XX, y siendo un
personaje tan famoso y relacionado a este periodo de boato y derroche, se le
puso el nombre de "Palacio de la Perricholi", otro error que con el
paso de los años y siendo repetido constantemente.
Compilado
Compilado